Una gran cita de una peli no tan buena

"Toda historia tiene un final, pero en la vida, cada final es un nuevo comienzo"
Una gran cita de una peli no tan buena ;-P


Soy una chica sencilla, normal por fuera hasta que me desvisto. He sido sometida a tres operaciones a causa de que una reducción de pecho saliese mal. Me siento mutilada y furiosa. Y espero que este blog me ayude a pasar página.

Todo lo que la gente no cuenta tras una mala experiencia en el quirófano, y que sigue ahí, al descubierto.

jueves, 15 de agosto de 2013

El comienzo (talla 115-120 copa E-F)

(Talla 115-120 reducida de espalda hasta una 95 con copa E o F, creo, ya no lo recuerdo muy bien, lo que sí tengo claro es que la copa me valía de sombrero)

    Yo fui una niña precoz a la hora de desarrollarme, mi primera regla fue a los 11 años y poco después ya parecía toda una mujer. Llevaba sujetadores de aro con forma de señora mayor por necesidad antes de acabar el colegio.

    Mis genes llevaban mucho tiempo amenazándome, ¿cómo podría pensar que mi abuela no me pasaría su herencia genética? Por quien sea (pues prefiero que no sea por Dios, hubiese sido muy cruel por su parte) ¡si ya se había saltado una generación! ¿por qué no saltarse otra más?. Destino, eres cruel, y mucho.

    Como todas sabemos (puede que algunas afortunadas con pechos turgentes, como en las novelas eróticas, no), la gravedad es más fuerte que Hércules, y si le dejas unos pechos grandes, estira y estira de ellos hacia abajo todo lo que le es posible. Hasta que cuelgan horriblemente dando la sensación de que su porteadora (ya que no podemos llamarnos portadoras de algo tan enorme) puede perder el equilibrio en cualquier momento (bueno, vale, lo he exagerado un poco).

    A eso hay que añadir que a pesar de gastarte un dineral. bien invertido pero un dineral a fin de cuentas, en sujetadores cómodos, que te recogen bien el pecho, distribuyen su peso uniformemente por la espalda y los hombros, ellas (que están vivas) siguen erre que erre con tendencia a la baja.

    ¿Cuantas mujeres jóvenes con pechos grandes son capaces de encontrar un sujetador bonito que se les ajuste bien? yo no conozco a ninguna que haya podido combinar dos de las siguientes características:
                             - Bonito                                       - Cómodo
                             - De tu talla                                  - Barato
                             - Un poco escotado                     - ...

    Dejando de lado lo de la ropa interior, mi mayor motivación, además de la estética (por supuesto), fue la salud. Me dolía la espalda día sí y día también del peso de mis dos compañeras sin nombre propio, mis hombros hacían un surco allí donde se habían estado hundiendo los tirantes. Tengo que decir que aquellas dos monstruosas masas no eran nada cómodas.

    He de confesar que mi pecho quedaba completamente desproporcionado con mi cuerpo. No soy de constitución delgada, ni por asomo, aunque tampoco estoy gorda, las cosas como son, me encuentro dentro del índice de grasa corporal recomendada para mi altura. De hecho, alguna vez me han puesto como ejemplo del cánon de belleza Renacentista, aunque no me haga mucha gracia que me comparen con la Venus de Botticelli ¡a ella no le llegaban las tetas hasta el ombligo! ¡Jolin!

    En fin, qué os puedo decir, he convivido muchos años con dos sacos colgados del cuello y pensar que me podía deshacer de ellos era lo que me hacía caminar poco a poco hacia el quirófano.

    Mi madre y mi padre sabían desde hacía mucho que me quería operar, pero yo creo que no lo habían asumido e interiorizado hasta que un día lo planteé seriamente en casa. no me acuerdo cómo fue, ni lo que dije, sólo sé que me veían tan convencida que no dudaron ni un instante en ser mis principales pilares.

    ¡Ah! Por aquel entonces no tenía novio, y tampoco puedo decir que tuve la oportunidad de disfrutar de mis chicas con alguien. es por ello, que hoy en día no puedo comparar sensaciones.

    Fue mi madre la que me acompañó a todos los médicos (no porque mi padre no pusiese interés, que lo hacía, sino porque el horario de ella se lo permitía mejor que a él, aunque a los importantes él tampoco faltó ni una vez). No recuerdo la visita al médico de cabecera, supongo que debió de ser muy corta, porque no tuve que insistir para que derivara mi caso al cirujano plástico.


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